Autor: Aurelie Herrou & Sagar Fornies
Editorial: Norma Editorial
Género: comic
Páginas: 120
Sinopsis: Con 35 años cumplidos, Frédéric De la Silla se ve en la tesitura de tener que trabajar por primera vez en su vida. Tras aterrizar en un museo de arte contemporáneo, descubre un universo del que lo ignora todo y del que no comprende nada. Pero su trabajo de vigilante, además de ayudarlo a sobrevivir, revolucionará, contra todo pronóstico, su vida en forma de adicción creciente y de un extraño síndrome...
¿lo mejor? Me encanta que ocurran varias acciones en la misma escena, es un efecto chulísimo muy logrado en el dibujo. Además, me ha dejado alucinada descubrir que existe el síndrome Stendhal, ¡es una cosa alucinante! También mola mucho que la historia transcurra en el museo Pompidou de París, un sitio que a mí ya me parece de lo más insólito.
¿lo peor? El ambiente durante la lectura es de lo más turbio. Es lo que hay. Da como mal rollo, siendo claros. Los dibujos son siniestros, los colores muy oscuros,... yo estaba deseando acabar de leerlo, porque daba casi miedito.
Mi opinión:
No soy nada asidua a tener el móvil cerca mientras leo. Ni tener la televisión puesta. No puedo ni escuchar música mientras leo. De hecho, ya puse bien a caldo a Iván Tapia (pobrecillo) por obligarme a tener que usar internet cada dos por tres para terminar su Escape Book 2.
Pero en este caso es una recomendación que hago. Ten el móvil cerca mientras estás leyendo y busca las obras y los autores que se nombran. (Cai Guo Qian, que me fascciiiiinnnnaaa, o Murakami,..). Con leer apenas un poco sobre cada uno o simplemente ver imágenes de sus obras en la vida real, lo que transcurre en el cómic pasa de turbio (buf, turbio no, turbísimo, es que da mal rollete toda esa oscuridad y esas alucinaciones rarunas y...buf) a interesante. De verdad, adquiere otro cariz.
Si sabéis lo que es la sinestesia (percibir estímulos mezclando los sentidos: percibir los días de la semana con distintos colores, notar sabores cuando se leen números, escuchar sonidos según el color...) ahora tenéis la oportunidad de descubrir un escalón más: el síndrome Stendhal, que es el que sufre el protagonista de este comic. Os explico lo que es porque en la novela gráfica ni siquiera se menciona, aparte de en el título, claro está.
El síndrome de Stendhal es una afección que provoca taquicardia, vértigo, confusión, palpitaciones, depresiones e incluso alucinaciones cuando el individuo es expuesto a obras de arte, especialmente cuando éstas son muy bellas o están concentradas en gran número en un mismo lugar.
¿¿¿NO OS PARECE ALUCINANTE??? ¡¡¡Es como la epilepsia del arte!!!
A mí me ha dejado flipando conocer este extraño síndrome, también conocido como “Síndrome del viajero”. Al parecer se catalogó como síndrome en 1979, tras un estudio hecho por una psiquiatra italiana sobre los más de 100 casos de turistas y visitantes que se desmayaban o sufrían vértigo visitando la ciudad italiana de Florencia, especialmente en la Galleria degli Uffizi.
Aunque hay muchos detractores que se niegan a catalogar estas reacciones como “síndrome”, sí es cierto que también reconocen los sentimientos temporales que puede provocar el arte en grandes cantidades, aunque suelen ser reacciones positivas (de emoción, placer...).
¿Qué me decís? ¿Conocíais el síndrome? ¿Os ha sorprendido como a mí?
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