ÚLTIMOS POSTS


LA DEPENDIENTA, de Sayaka Murata

Título: La dependienta
Autora: Sayaka Murata
Editorial: Duomo Ediciones
Género: Novela, ficción
Páginas: 176 
Sinopsis: Keiko Furukura tiene 36 años y está soltera. De hecho, nunca ha tenido pareja. Desde que abandonó a su tradicional familia para mudarse a Tokio, trabaja a tiempo parcial como dependienta de una konbini, un supermercado japonés abierto las 24 horas del día. Siempre ha sentido que no encajaba en la sociedad, pero en la tienda ha encontrado un mundo predecible, gobernado por un manual que dicta a los trabajadores cómo actuar y qué decir. Ha conseguido lograr esa normalidad que la sociedad le reclama: todos quieren ver a Keiko formar un hogar, seguir un camino convencional que la convierta, a sus ojos, en una adulta. 

¿Lo mejor? El contexto. Con esta novela conoceréis el Japón de verdad, no una versión exótica descrita por un autor occidental sobre un lugar que parece muy místico. La historia transcurre en los años 2000 en el Tokio de hoy en día, con una protagonista que no puede ser más auténtica de este siglo: una dependienta de un supermercado abierto 24 horas. 

¿Lo peor? La confusión que me ha supuesto la protagonista. La novela muestra una sociedad fría, robotizada, disciplinada y sin sentimientos... pero no se describe desde el punto de vista de una chica que se ahoga ante esta situación (que es lo que me pasaría a mí, por ejemplo, si estuviera en su lugar), sino desde el punto de vista de una persona que acepta todo ello como normal, y lucha por encajar, aunque realmente no tenga ningún interés en hacerlo. 

Sobre el libro:
Lo primero que me llamó la atención de esta novela, cuando la vi en Akira Cómics hace unos meses, fue la portada. Ya he confesado mil veces mi horrorosa tendencia a elegir libros por sus portadas bonitas, pero ¡qué queréis que le haga! Es inevitable. Aún así, en este caso, lo explico por algo más: de la portada se desprende, inmendiatamente, que es una novela que transcurre en Japón. Corrijo, es una novela JAPONESA que transcurre en JAPÓN (es decir, no es una novela de un autor occidental que te cuenta la típica historia exótica en Japón, sino que es auténtica del lugar y está escrita por una mujer japonesa). 

Y efectivamente, es una novela tan japonesa, que me ha costado muchísimo comprenderla, pues implica una sociedad con un pensamiento muy diferente al mío. Me explico. Keiko, la protagonista, es una chica más cerca de los cuarenta que de los treinta, que vive sola, es soltera y trabaja en un supermercado a pesar de haber estudiado en la universidad. Por todo ello, Keiko sufre una presión enorme de todo su entorno (sus amigas, su hermana, sus padres), que le dicen que no es una chica normal porque no se ha casado, ni ha tenido hijos, ni ha dejado de trabajar. Vale, hasta ahí comprendo totalmente a Keiko. 


Lo raro de esta novela, para mí, ha sido la manera de presentar este contexto. 

Primero, todo el mundo (familiares y extraños) le dice abiertamente a Keiko que es una 'rara' por comportarse así. Sin sutilezas, sin frases veladas... 'Keiko, no eres normal, qué te pasa, busca a alguien y cásate'. ¿Es esto normal en Japón? En toda la novela, no se encuentra ninguna relación íntima verdadera, sincera, cercana y libre. Todos se comportan como desconocidos con demasiadas confianzas. Hasta las relaciones de amistad parecen carecer de auténtica confianza.

Segundo, esta misma cuestión, la de 'cásate con quién sea', me ha llamado la atención. En esta sociedad, no hay relaciones, no importa el amor... sólo tienes que demostrar que alguien se ha unido a tí, lo cual automáticamente te convierte en 'normal'. Y en este caso, no me refiero sólo a la sociedad, pues la protagonista, que narra en primera persona la historia, parece que piense y sienta en su interior de esta misma manera: es como un robot. No busca el amor, ni se siente sola, sino que busca una pareja sólo para que los demás no piensen que es un bicho raro por estar soltera. Sinceramente, al empezar los primeros capítulos y ver cómo Keiko describe su vida (un trabajo por horas, un apartamento pequeño que le da igual que sea bonito o feo, un desinterés total por su familia o incluso un 'no necesito que la comida tengan sabor, sólo que me alimente para tener fuerzas e ir mañana a trabajar') me planteé que la novela estaba protagonizada por una persona con alguna psicopatía o algún tipo de síndrome de Asperger que no comprende los sentimientos humanos. Así que a medida que avanzaba y veía que esa no era la temática de la novela, mi confusión no hizo sino crecer. 

Tercero, la actitud de las personas: en una sociedad en la que la disciplina es la regla número uno (uniformes perfectos, aspectos neutros, saludos casi militares, movimientos reverenciales, sonrisas estudiadas hasta el milímetro, agradecimientos de robot...) al leer esta novela, llegas a pensar que los japoneses son auténticos robots que nunca se comportan de manera libre e impulsiva. Como si no tuvieran una personalidad propia. 

Sobre esto último, permitidme una recomendación: ahora mismo hay en Madrid una exposición de cuadros de Tetsuya Ishida. Os recomiendo mucho buscar en internet sobre este autor, uno de los más importantes de Japón, que se ha hecho célebre por su arte para reflejar la infancia japonesa. No necesitáis más que ver media docena de cuadros para entender lo que os digo de las 'personas-robot'. 


En definitiva, ¿es todo esto real? ¿Por qué la autora, Sayaka Murata, se ha convertido en 'la voz de la literatura japonesa'? ¿Está reflejando realmente cómo es la sociedad japonesa? Si es así, de ahí mi 'confusión', ya que no entiendo por qué las personas niegan sus propios sentimientos y por qué se comportan entre ellos de una manera que se me antoja 'anti-humana'. 

Aún así, recomiendo mucho la novela. Es perfecta para salir de nuestro contexto, conocer vidas diferentes, entender que no lo sabemos todo, y aprender a comprender otras sociedades. Reconozco que no me gustó, pero me alegró leerla. Además, con lo cortita que es, ¡vale la pena el experimento! 


Comentarios