Título: El Ruiseñor
Autora: Kristin Hannah
Editorial: Suma de Letras / DeBolsillo
Género: Ficción, Histórica
Páginas: 586
Sinopsis: Francia, 1939. En el tranquilo pueblo de Carriveau, Vianne Mauriac se despide de su marido, Antoine, que debe marchar al frente. Cuando los nazis invaden Francia y un capitán alemán requisa la casa de Vianne, ella y su hija deben convivir con el enemigo o arriesgarse a perderlo todo. Sin comida ni dinero ni esperanza, Vianne se ve obligada a tomar decisiones cada vez más difíciles para sobrevivir.
Mientras miles de parisinos escapan de la ciudad ante la inminente llegada de los alemanes, la joven y rebelde hermana de Vianne, Isabelle, se encuentra con Gaëtan, un partisano. Isabelle se enamora completamente, pero, tras sentirse traicionada, decide unirse a la Resistencia. Sin detenerse nunca para mirar atrás, Isabelle arriesgará su vida una y otra vez para salvar la de otros.
¿Lo peor? En las primeras doscientas y pico páginas (que se dice pronto) no ocurre nada de interés. Es la introducción más larga de la historia. También es cansado ver las mismas referencias una y otra vez, en cuanto a adjetivos y descripciones.
¿Lo mejor? Aunque le cuesta muchísimo arrancar, cuando empieza la parte interesante la trama se vuelve bastante adictiva, e incluso te hace soltar alguna lagrimita al final.
Mi opinión: El Ruiseñor es la historia de dos hermanas. O al menos eso le oí yo a "La lectora del metro" un lunes por la mañana en sus recomendaciones literarias radiofónicas. Pero ahora que lo he leído me atrevo a corregirla, o al menos a complementarla: es la historia de dos mujeres que son hermanas, pero no es la historia de su relación como hermanas.
Las protagonistas, Isabelle y Vianne son como agua y aceite: una familiar y la otra aventurera; una temeraria y la otra miedosa; una responsable y la otra inconsciente. En principio pensé que el libro contaría la manera en la que dos personalidades tan diferentes están condenadas a entenderse, pero no. A través de estas dos mujeres se consigue narrar, por separado, dos vidas totalmente diferentes que sufrieron la Segunda Guerra Mundial a su manera. Una de ellas, encerrada en un pueblo y sufriendo frío, hambre y miedo en cada minuto del día para intentar proteger a su familia y sus vecinos. La otra, trabajando con la resistencia en París, viviendo también con miedo, frío y hambre pero de otra manera.
La primera parte de la novela es totalmente innecesaria. Es una introducción larga que se va de las manos y que hace, en un montón de ocasiones, querer dejar de leer. Pero el libro mejora exponencialmente en la segunda parte. Se vuelve intrigante y mucho más interesante, ocurren muchas cosas y narran la vivencia durante la guerra desde esos dos puntos de vista que complementan la visión de lo duro que fue. Es verdad que no es, en absoluto, un libro que represente fielmente lo ocurrido durante la guerra, y ni de lejos consigue plasmar la dureza de lo que fue (hay cientos, miles de libros y películas que lo consiguen mucho mejor), pero no por ello es una historia a despreciar, y el final, donde se resuelve un misterio que empieza en la primera página, es sorprendente.
En definitiva, el libro tiene mucho margen de mejora pero es bonito de leer, narra una historia secundaria que no por ello es menos importante, y deja un bonito regusto al terminar de leerlo.
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