Título: Las hijas del capitán
Autor: María Dueñas
Editorial: Planeta
Género: Ficción, novela
Páginas: 624
¿Lo mejor? Es una foto precisa y magníficamente explicativa de cómo llegaba un español a la gran Manzana a principios del siglo XX y descubría un mundo totalmente ajeno al suyo.
¿Lo peor? Un auténtico desperdicio de una historia con un potencial bestial.
Sinopsis: Nueva York, 1936. La pequeña casa de comidas El Capitán arranca su andadura en la calle Catorce, uno de los enclaves de la colonia española que por entonces reside en la ciudad. La muerte accidental de su dueño, el tarambana Emilio Arenas, obliga a sus indomables hijas veinteañeras a tomar las riendas del negocio. Abatidas y acosadas por la urgente necesidad de sobrevivir, las temperamentales Victoria, Mona y Luz Arenas se abrirán paso entre rascacielos, compatriotas, adversidades y amores, decididas a convertir un sueño en realidad.
Mi opinión: Tengo sentimientos contradictorios con esta novela. Empecemos por el principio: mis expectativas antes de empezar a leer.
¡Maldiiiiiitas expectativas!
¿Qué me esperaba yo ante un aluvión de recomendaciones? Otro novelón como 'El Tiempo entre Costuras', que a mí me maravilló en su momento. Y es que 'Las Hijas del Capitán' no se ha convertido en una mala lectura, pero sí en mi mayor decepción de este año: el libro tiene un potencial inmenso para convertirse en una historia intergeneracional, como lo fue la primera, y además en un lugar tan fascinante como Nueva York.
Lo mejor de la novela es precisamente esta ambientación, un Nueva York en los años 30, donde estaban eclosionando las colonias que la convirtieron en la Capital del Mundo: hispanos, italianos, chinos,... y cómo todos ellos colaboraron en construir la deslumbrante ciudad que es hoy en día. También la construcción de los personajes, siempre magnífica en María Dueñas.
En la historia tenemos a las protagonistas: tres hermanas andaluzas que son arrastradas, sin ellas quererlo, a inmigrar. Llegan al sur de Nueva York con su madre, una mujer que prácticamente no ha salido del pueblo en su vida, ni tenía intención alguna de hacerlo. Se integran en la colonia española del sur de Manhattan: personas de todo tipo y origen que se mezclan por su único nexo, España, independientemente de si son republicanos o monárquicos, catalanes o gallegos, jóvenes o viejos. También conocen a personas de otras colonias: latinoamericanos, italianos, neoyorkinos de segunda generación que no se sienten parte de ningún colectivo...
Una de las hermanas empieza a trabajar en el Upper East Side: todo lujo y grandiosidad. Otra se adentra en el mundo del espectáculo, justo cuando Broadway empezaba a ser referente mundial en teatro. La tercera se ve arrastrada, no sabe cómo, a vivir en Brooklyn. Además, en un determinado momento entra en la historia un monarca español desterrado por la República... No me digáis que todos estos ingredientes no huelen a un resultado magnífico: un medio para narrar la vida de toda una generación inmigrante, igual que en 'El tiempo entre costuras', donde se ve el desarrollo de una vida en distintas ciudades, circunstancias y personalidades.
Pues este es el gran fallo de 'Las Hijas del Capitán': la historia sólo narra los primeros meses de las tres protagonistas en la ciudad. La trama es bonita, la idea interesante, a los personajes se les coge mucho cariño, pero ahí está: se queda uno con la miel en los labios, no termina de ahondar en esas vidas que olían a épicas. Los personajes se presentan de manera genial, sí, pero no evolucionan en absoluto. Un auténtico desperdicio de una historia con un potencial bestial.
Aun así, si vais con las expectativas adecuadas, no deja de ser una lectura recomendable: es una foto precisa y magníficamente explicativa de cómo llegaba un español a la gran Manzana a principios del siglo XX y descubría un mundo totalmente ajeno al suyo.
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