Título: New York, New York…
Autor: Javier Reverte
Editorial: Plaza y Janés
Año: 2016
Género: Literatura de viajes
Número de páginas: 361
Sinopsis: La megalópolis de nuestros días, la ciudad
de las ciudades, la ciudad que nunca duerme. Nueva York, es el hogar del nuevo
libro de Javier Reverte. Después de una estancia en la urbe de varios meses
ininterrumpidos, en los que el autor dedicó todo su tiempo tan sólo a escribir
y pasear por las calles neoyorquinas, este texto va contándonos el día a día de
una metrópoli fascinante y cargada de energía, que al habitarla nos ofrece casi
siempre una visión llena de vitalidad.
En su inimitable estilo, Reverte
nos cuenta la historia de la ciudad, no se describe sus barrios –Harlem, el
Village, el Midtown, Hell’s Kitchen, Chinatown, Broadway…-, se asoma a sus
rincones menos conocidos, pinta sus dos ríos, habla de los escritores que han
trabajado sobre ella, camina Manhattan de arriba abajo y de lado a lado, y nos
retrata otros barrios cercanos, como Brooklyn y la isla de Roosevelt. Es un
libro escrito con amenidad, humor, ternura y al que invade un aroma de
extravagancia y un sonido sutil de trompeta de jazz.
¿Lo mejor? El descubrimiento de
este tipo de literatura en sustitución a las aburridas guías de viaje. Es
perfecto para prepararse la visita a la ciudad, y cuenta datos muy curiosos de
zonas menos conocidas de la ciudad. Además, la narración transmite serenidad,
es agradable.
¿Lo peor? El machismo rancio que
aflora cada cinco o seis páginas, con algún comentario desagradable sobre
cualquier mujer que se ha cruzado el autor y de la que comenta topicazos, tanto
físicos como psicológicos, y que rompen el tono de la lectura.
Mi opinión
Esta es mi primera lectura de “Literatura
de Viajes”.
Para curiosos, ¿qué es la
literatura de viajes? Son algo así como diarios personales donde el autor narra
su viaje. En teoría, esta definición incluye viajes ficticios y también viajes
no protagonizados por el propio autor (lo que serían novelas de ficción
propiamente dichas), pero protagonizadas por viajeros. Un buen ejemplo de estas
últimas son las novelas de Julio Verne.
Pero, a pesar de que la acepción
oficial admita estas variantes, es más habitual que el término “literatura de
viajes” haga referencia a viajes reales, contados en primera persona por el
autor-narrador. Es lo que antes se consideraban crónicas (como la Odisea de
Homero o el Libro de las Maravillas del Mundo, de Marco Polo) y que puede
decirse que se mueven, hoy en día, entre el periodismo y las guías de viaje, o
más bien blogs de viaje, con ese componente personal.
Javier Reverte es el mayor
referente español de este género. Fue periodista y corresponsal muchos años y
ha escrito novelas, poemarios, memorias, y aún ahora, a sus más de setenta
años, sigue escribiendo sobre sus muchísimos viajes por todo el mundo. Sus
obras más famosas son las que se desarrollan en África y una de sus últimas
publicaciones es este New York, New York...
La premisa es estupenda: el autor
piensa pasar tres meses en la Gran Manzana, simplemente viviendo la ciudad.
Así, va escribiendo entradas de un diario, comentando sus paseos diarios, si ha
hablado con tal o con cual persona, qué se encuentra al ir en metro, sus
visitas a las afueras, los paseos por los museos, la llegada del otoño a
Central Park...
Sinceramente, para mí ha sido un
descubrimiento saber que existen versiones mucho más agradables de empaparse de
un destino antes de visitarlo, y que no sean leer la wikipedia o la guía
turística y robótica de rigor. Es una forma genial de preparar un viaje: ¿cómo
es el tiempo realmente en el día a día? (porque todos sabemos que las
temperaturas del accuweather no significan nada), ¿es tan agotador como parece
ir andando desde el norte hasta el sur de la ciudad? ¿es acogedora, despiadada,
peligrosa o fácil de recorrer?
En el caso concreto de “New York,
New York...” yo he tenido una experiencia un tanto agridulce. Realmente te
muestra la ciudad con lo que no viene en las guías: la música (perdón, el
jazz), la lluvia, las floristerías que campan en todas las esquinas, los
barrios menos turísticos como Harlem o si una excursión a la alejada Coney
Island vale la pena. El dolor de pies por la distorsión de las distancias con
respecto a la altura de los rascacielos… Todo el mundo sabe que hay que subir
al Empire State y visitar Central Park, pero, ¿hay algo interesante en Roosevelt
Island? Es una manera magnifica, relajada y fácil de leer sobre cualquier
destino.
Ahora bien, en mi caso, tengo un
par de pegas que no me han permitido disfrutar al 100%.
La primera es que no creo que sea
una lectura amena si no vas a visitar el lugar en cuestión. Seguramente esto no
pase en otros títulos más sonados del autor, que para algo son famosísimos,
como su Vagabundo en África. Pero en
el caso de este libro sobre Nueva York, el día a día es tan poco emocionante
que se vuelve algo tediosa la lectura. No hay variación en el ritmo. Y hablo de
un ritmo lento, de paseo de paseante
profesional.
Y por otro lado, cada cinco o
seis páginas te topas con el inamovible comentario machista. Machista, sí, con
todas sus letras. A mí esto se me ha hecho insoportable. Cuando conseguía
volver a reengancharme en la lectura y centrarme en algún pasaje especialmente
bonito, agradable o especial, ¡zas! Ahí está su comentario sobre minifaldas,
escotes, cerebros vacíos, opiniones insulsas, estereotipos bobalicones, o deseo
sexual por hombretones u hombrecillos.
A mí esto me parece bastante
intolerable. No por parte del autor, que si tiene ochenta años casi, pues qué
le vamos a hacer (aunque sinceramente, de alguien culto y viajado yo no me
espero comentarios así). Me refiero a sus lectores, porque, ¿quién es capaz de
aguantar esto durante varios libros? ¿y la editorial, no tiene nada que decir?
¿no había ningún boli rojo que le estampara en el borrador a este hombre sus
salidas de tono?
En fin, yo estoy dispuesta a
leerme algún otro libro del autor, porque el género me ha gustado mucho, ha
sido una sorpresa para mí. Además, su bibliografía incluye lugares que me
parecen de lo más apetecibles: Irlanda, el Ártico, Roma, Alaska y Canadá,
China,...
Y si es tan conocido y valorado,
por algo será, pero en mi caso me he sentido bastante decepcionada por esos
comentarios que me destrozan la lectura. ¡Os contaré si hago un segundo
intento!
¿Habéis leído algo de Javier
Reverte? ¿conocíais la literatura de viajes? ¡contadme en los comentarios!
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