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La Casa de Hojas, o cómo tener pesadillas de verdad.


Título: La casa de hojas
Autor: Mark Z. Danielewski
Editorial: Alpha Decay
Año: 2013
Género: Misterio, ¿Terror?
Número de páginas: 736  
Sinopsis: Will Navidson, un famoso fotoperiodista premiado con el Pulitzer, se traslada con su familia a una casa en el entorno rural de Virginia en un intento de salvar su matrimonio, seriamente perjudicado por sus viajes continuos y su adicción al trabajo. Además de Navidson, la familia está compuesta por la hermosa ex-modelo Karen Green y los dos hijos pequeños de ambos. Muy pronto, Will descubre que la casa presenta una anomalía arquitectónica singular: su espacio interior es ligeramente más grande que el que debería ocupar según sus dimensiones exteriores. Este es el arranque de El expediente Navidson, un fascinante documento que narra los sucesos acaecidos en la casa de Ash Tree Lane, es decir La casa de hojas. Will Navidson tratará de averiguar qué secreto esconde La casa de hojas, al mismo tiempo que procurará poner a salvo a su familia. Un viaje para el que recabará la ayuda de todos los medios a su alcance, incluida la de su hermano gemelo Tom, un profesor universitario y hasta toda una expedición de espeleólogos. Mientras Will y sus seres queridos se enfrentan a los peligros de esa casa encantada, un joven tatuador de Los Ángeles, el carismático y tierno Johnny Truant, malvive y quema las noches a una velocidad vertiginosa de la mano de su inseparable escudero, Lude. Las historias de Truant y Navidson se entrelazarán gracias a un hallazgo que cambiará la vida de todos los personajes inolvidables que atraviesan esta monumental novela.

Mi opinión:
No sé ni cómo empezar. De hecho, ni siquiera tengo claro haberme leído una novela, un libro. Esto no es exactamente un libro, la verdad. Y de novela tiene pooooco, poooooco. Pero que eso no os eche para atrás.

¿Puede ser un libro algo más que un libro? Sí, porque este libro es una maqueta. De verdad.

Tal y como indica el título, en esta historia hay una Casa. Y si os digo que con la novela se recorre una casa, os imaginaréis descripciones de pasillos, ventanas, puertas, sótanos… sí, pero en este caso es más, muchísimo más.
Con este libro recorres la Casa de Ash Tree Lane.


                                                                              ESCALERAS
                                                               S
                                               E
                               B
                U
S


Y también                B
                              A
                              J
                              A            
                              S casi hasta el infierno.

Recorres un laberinto, y sientes cómo las paredes se estrechan. Lo ves, lo sientes y lo padeces. 
             
A ver, intentaré ser un poco más clara (no como la novela). Cuando lees este libro, te enganchas. Y creo que no tiene nada que ver que la mitad de la historia la protagonice un colgado. Sí, la mitad de la historia, porque hay dos. Una “arriba”, la principal, la que transcurre en la casa, la genial y también la que asusta pero para bien. Otra “abajo”, en las notas a pie de página. Sí, el supuesto autor/editor del libro, el “colgado” te va comentando debajo la historia que se desarrolla “arriba” y también va narrando su asquerosa vida, la actual y la anterior, las dos igual de insoportables. Este segundo narrador relata su relación con la historia principal, y la ansiedad que le genera, y los terrores nocturnos que le provoca. Tampoco sé si es casualidad que yo haya tenido las peores pesadillas de mi vida mientras me leía este libro. Prometo que no hay escenas terroríficas, ni mucho menos en la novela. Yo, de hecho, no lo consideraría un libro de terror, sino de misterio simplemente. Pero es que SE-TE-ME-TE-DEN-TRO.

Hay incluso un tercer narrador, las notas de los editores. Los editores de este mundo, para que me entendáis, los reales, aunque los muy bichejos también entran al trapo y te engatusan con sus aclaraciones, que no sabes si son fantasía o van en serio.

En definitiva, es un caos, un auténtico laberinto. Tres narradores, más de 700 páginas, al menos dos historias completas y un apartado final de apéndices y anexos que te descolocan más aún. Y los saltos, por supuesto. Vas por la página veintisiete “arriba”, que te manda al pie de página 16 “debajo”, que a su vez te manda al pie de página de la página 235, que tiene su explicación en “las cartas de su madre” anexadas en el apéndice E. Y luego llegas a la página 304, donde tienes que girar el libro para leer los párrafos encuadrados de las siguientes cincuenta páginas y tras los que tienes que volver a la 305, para seguir leyendo tranquilamente.

En fin, este libro es un dolor. Pero vale la pena leerlo si te gustan los retos. Sinceramente, creo que cuando lo terminas recibes un carnet vip platino y entras en el reducidísimo grupo de personas que han logrado escapar de Ash Tree Lane.

Si quieres algo diferente, aquí lo tienes.

Si quieres un libro único, no busques más. Sólo piérdete, en la Casa de Hojas.




Nota: indefinible. 


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