Enlazados y Eleanor & Park, de Rainbow Rowell

“Rainbow Rowell no es para mí”

Esto es lo que pensé la semana pasada mientras leía el final de “Enlazados”.

He leído y visto mil videos con reseñas y menciones siempre positivas sobre esta autora y su excepcional literatura juvenil. Una literatura que parecía diferente al resto por ser más profunda, más trabajada, menos tópica y mucho más interesante que las típicas novelas juveniles flojillas de contenido.

Así que me atreví con “Eleanor & Park”, la historia de dos adolescentes enamorados que, efectivamente, no es la típica historia romántica de juventud. Sí, es una novela más compleja. Los personajes tienen vidas reales, complicadas, duras, a veces demasiado. La responsabilidad, el maltrato psicológico, el acoso, la incomprensión, son temas que se tocan en esta novela.

¿Querías una novela juvenil profunda, Sara? Pues toma ración doble.

Y no es por ser quejica, pero fue tan profunda esta historia que me pareció de lo más deprimente. Me quedé con muchísimo mal sabor de boca, y no sólo por ese-final-SPOILER-tan-comentado. No, no solo fue el final. Toda la novela me pareció espantosamente triste.

Aún así, un tiempo después, me he atrevido con otra novela de Rainbow Rowell. Esta vez, en “Enlazados”, los protagonistas son adultos, por lo que creí, de base, que sería una historia muy diferente. Y por suerte para mí, ¡lo ha sido!

Ahora bien, eso no significa que me haya gustado. Esta novela, narrada de una manera muy particular, trata la historia de Jennifer y Beth, dos amigas que trabajan en un periódico y se envían emails en el trabajo, contándose su vida. Lo que pasa es que no saben que Lincoln, del departamento de Tecnología de la Información, ha sido contratado para leer los correos del personal del periódico, para evitar conductas incorrectas y, sin querer, se ha enganchado a los correos de estas dos. Lincoln pasa las noches leyendo los emails de las dos amigas, averiguando sus vidas y conociéndolas sin conocerlas. Hasta el punto de que una de ellas le parece tan simpática, tan divertida, tan ingeniosa… que empieza a hacerle tilín.

Pinta bien, ¿no? 

Pues sí, pinta bien, pero a partir de la página 210. De verdad. Hasta la página 210 no pasa absolutamente nada. Es decir, he tenido 209 páginas con 209 para plantearme 209 veces dejar de leer la novela por aburrida. ¿Por qué, mundo cruel?

Pero seguí leyendo. Y llegué a la página 210. Y me emocioné. Y me enganché. Y lo disfruté, hasta llegar a las últimas páginas, donde comencé a sospechar que la estupenda historia podía no acabar como yo quería. Y empecé a sufrir. Y no hablo de que la historia acabe bien o mal, en amor o desamor, en felices como perdices o tristes como gatitos mojados. Hablo de que, simplemente, no hubiera final, al estilo de otros libros de la autora, y que todo quedara en el aire. ¡Perderse la chicha, lo interesante, vaya!

“Rainbow Rowell no es para mí”, pensé entonces. “Es más, voy a titular así la reseña” añadí con rabia. Y entonces, inevitablemente, también pensé “este va a ser mi suicidio bloguero. A Rainbow Rowell le tienen auténtica adoración entre los blogs y booktube, y voy a ir yo a anunciar que sus libros pasarán a estar prohibidos en mis dominios”.

Pero claro, esto es el mundo real, y en el mundo real a mí me toca a menudo tragarme mis palabras. Leí las ocho últimas páginas del libro y cambié de opinión. Quedé totalmente satisfecha con la historia, con su final, que no os diré si es bueno o malo, pero sí os afirmo que hay un final.

No sé qué haré. ¿Volveré a leer algo de Rainbow Rowell? ¿me arriesgaré a disfrutar de 50 páginas buenas a cambio de pasarme sufriendo otras 400? Decisiones, decisiones.

De momento, me quedo con que “Enlazados” me gustó mucho y que “Eleanor & Park” no se lo recomendaría ni a mis enemigos. Veremos qué pasa con el siguiente, si lo hay.

Y si en este blog quedará algún lector tras tamañas confesiones.

¡Buenas noches golondrinas!