Título: Fahrenheit 451.
Autor: Ray Bradbury.
Editorial: DeBolsillo.
Año: 1953.
Género: Ciencia Ficción.
Sinopsis: Fahrenheit
451 cuenta la historia de un sombrío y horroroso futuro. Montag, el
protagonista, pertenece a una extraña brigada de bomberos cuya misión,
paradójicamente, no es la de sofocar incendios, sino la de provocarlos para
quemar libros. Porque en el país de Montag está terminantemente prohibido leer.
Porque leer obliga a pensar, y en el país de Montag está prohibido pensar.
Porque leer impide ser ingenuamente feliz y en el país de Montag hay que ser
feliz a la fuerza…
Ray Bradbury
(1920-2012) fue una de los grandes maestros estadounidenses de la ficción
científica y fantástica. Si bien fue célebre por sus novelas (Crónicas marcianas, Fahrenheit 451),
también cultivó el relato (Las doradas
manzanas del sol), el ensayo, la poesía y el guión.
451⁰ Fahrenheit: la temperatura a la que el papel de los libros se inflama y arde.
Mi opinión:
Como bien
dijo Kingsley Amis: “De entre todos los infiernos del conformismo, Fahrenheit
451 ofrece el retrato más convincente”. Y es que Fahrenheit 451 es un libro de
ciencia-ficción, en teoría, pero que cuenta una realidad bastante poco
ficticia. El libro habla del conformismo
en la sociedad. Teniendo en cuenta que es una novela de hace más de 60 años,
uno se queda alucinando al leer reflexiones como la siguiente, tan aplicables a
nuestro día a día:
“[…] Los años de universidad se acortan, la
disciplina se relaja, la filosofía, la historia y el lenguaje se descuidan; la
gente se expresa cada vez pero a tal punto que apenas se recurre ya al uso de
palabras para comunicarse. La vida es inmediata, sólo el empleo cuenta, el
placer lo domina todo después del trabajo. ¿Por qué aprender algo, excepto a
apretar botones, accionar conmutadores, encajar tornillos y tuercas?"
Y es que, si
hay algo que ofrecen los clásicos de nuestra literatura, es reflexión. Es difícil encontrar
simplemente entretenimiento fútil, buscando que el tiempo pase más rápido… No.
Esto se trata de entender la vida, de comprender, de buscar y pensar. Algo que
deberíamos hacer de vez en cuando, sin duda.
Fahrenheit
451 es una distopía. Una de las primeras que existe, de hecho, por muy de moda
que estén ahora. Y para los olvidadizos o despistados, una distopía es una
representación ficticia de una sociedad futura de características negativas,
causantes de la alineación humana (Def.
RAE). Fahrenheit 451, 1984 y Un mundo feliz son consideradas la trilogía fundacional del género
distópico. Así que vemos que Los Juegos del Hambre o Divergente, no son
nada nuevo. ¡Hablamos de un género que lleva 60 años enganchando a las masas!
Interesante, ¿no?
Esta obra
plantea una situación muy interesante, especialmente metiéndonos en la época en
la que está escrita, donde los avances tecnológicos empezaban a cambiar la vida
de las personas. Ray Bradbury desarrolla su imaginación y se plantea un futuro
en el que, irremediablemente, la vida es “tan buena” que comienza a ser
terrible. ¿Para qué leer si podemos ver la película? ¿para qué estudiar si todo
está documentado? ¿para qué movernos si todo está al alcance de un mando a
distancia? Hay muchas cosas en el libro que también nos planteamos hoy en día,
¿le interesa a los gobiernos tenernos aturdidos? ¿nos quieren las grandes
empresas atontados e incultos, para que nos traguemos sin filtro lo que ellos
decidan? ¿debería estar prohibido pensar?
¡Quememos los libros porque nos hacen
libres!
Para los que hayan leído el libro… a mí me llamó muchísimo la atención que en el planteamiento que Bradbury hace de este futuro esté tan ausente la religión. Especialmente en este caso, donde la religión ha sido una forma de control de masas durante siglos, y de lo más efectiva. Bradbury lo excluye totalmente de su futuro distópico, de los pensamientos de los protagonistas y de las acciones de la vida cotidiana, ¿sólo a mí me parece esto raro?
Para los que hayan leído el libro… a mí me llamó muchísimo la atención que en el planteamiento que Bradbury hace de este futuro esté tan ausente la religión. Especialmente en este caso, donde la religión ha sido una forma de control de masas durante siglos, y de lo más efectiva. Bradbury lo excluye totalmente de su futuro distópico, de los pensamientos de los protagonistas y de las acciones de la vida cotidiana, ¿sólo a mí me parece esto raro?
Para los que no hayan leído el libro…
se trata de una novela corta, un poquito pesada en algun momento pero muy amena
desde el principio (tal vez lo que a mí menos me gustó fue el final… pero no
puedes parar de leer porque, por los giros que toma la historia, ¡es imposible
saber cómo podrá terminar!), con sorpresas interesantes y un gran planteamiento
filosófico, más que un terreno típico de la ciencia ficción. En cualquier caso,
si buscáis leeros un clásico próximamente, esta es una de las obras de cultura
general necesarias para cualquiera.
Mi puntuación: un 7,5 sobre 10.
Bueno, y ahora que me he leido los tres ¿qué hago? Es bromaaaaa siempre hay qué leer jeje me alegro que te gustara farenheit. Mi favorito de esos es 1984
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